La teoría del guisante

He tenido un sueño. (Igualito que M. Luther King)
Un sueño que es la constatación de la realidad.
En el sueño, que era en blanco y negro, me estaba redondeando. Nada que tenga que ver con los kilos de más.
Me miraba las manos y se iban convirtiendo en extremidades redondeadas, un poco como las manos de Patricio (el amigo tonto de Bob) poco a poco me iba redondeando del todo y me convertía en una bola chiquitita ...como el sueño era en blanco y negro, no se si era garbanzo o guisante pero no tenía arrugas. Así que he deducido que era guisante lustroso o una canica.Mi cama también se reducía hasta mi tamaño y entonces me levantaba.
Me estiraba como todas las mañanas pero con una presión en el pecho. Intentaba con el estiramiento ser tan grande como todos los días pero no lo conseguía. Y en consecuencia cada vez notaba más presión en el pecho. Intentaba hacer mi vida normal, pero todo me costaba muchísimo porque era muy chiquitita...y notaba mi angustia en cualquier momento del día. Estar redondeada no es muy práctico para recoger el cambio en la frutería. Y poco a poco me iba sintiendo más y más insignificante.

Y luego me despierto y me siento igual de insignificante.

Entre la prima de riesgo, Merkel, activos tóxicos, Mario Draghi, recortes en todos los ministerios, el interés de la deuda, eufemismos, más paro, menos calidad de vida, más impuestos, el desaparecido y siseante Rajoy, la lideresa Aguirre, los sindicatos sin recursos, las bolsas de trabajo que no se mueven, la ausencia de contestación a las ofertas de trabajo, Senado fuera, los impresentables de la CEOE, el "no se ajusta al perfil demandado", el " se necesita Ingeniero de Caminos para la isla de La Gomera. Imprescindible euskera", el requisito mínimo de ser bilingüe, el que sigue lloviendo...

 todo esto hace que me sienta como el guisante y no como la princesa.